En el capítulo primero se conocieron por asalto,
Arácnida, una araña que vive soñando con cruzar el mar,
Arácnida, una araña que vive soñando con cruzar el mar,
y George, una tortuga galápago adulta que se ha acostumbrado vivir en cierta soledad
regido por sus propias leyes de gravedad.
Al final del Cap1., acordaron contarse acerca de la seda y del mar respectivamente.
[Para leer el Capítulo 1ro., buscarlo en las entradas del mes de Junio en este blog].
La tarde
madura el naranja y avanza veloz en forma de suaves oleadas. Sin perder los segundos, se desplaza sobre y entre los arbustos, y el muzgo que crece en las ramificaciones. Aprovecha cualquier oportunidad para dar saltos mágicos entre las rocas, escabulléndose entre las secas y humedecidas hojas que ahora alfombran la tierra.
Y siempre que se le presenta el momento, acaricia el pelaje de los animales, inclusive a la tozuda y atortugada cara de Galápago, en su trayecto de cálida despedida.
Arácnida, sorprendida por el congelado momentáneo de Galápago le pregunta con premura:
-¿Sr. Galápago le pasa algo?
-¡¿que si me pasa algo?!,
qué me he echado la tarde aqui y tengo mil tareas que hacer!
que no he logrado hacer por estar aqui hablando con un aracnido.
¡locuras, locuras!
-Arácnida, Sr. Galápago, A-RAC-NI-DA
bueno de que puede que usted ande un poco chiflado, no lo descarto eh!
-¡¿Perdón?!, expresa Galápago
-A ver, qué tantas cosas tiene que hacer un Galápago en un día normal?
Levantando el cuello, Galápago comenta:
querida ingenua somos de andar pausado pero tenemos un peso histórico a cuestas y mira que no soy cualquier Galápago, aun vivo y ya soy leyenda, hasta el momento soy el único Geochelone abigdoni que queda.
-Con razón le llaman ¡"el solitario George"!,
pero bueno vasta por ahora de comentarios...
Vayamos a la huella, ¿qué tienes que hacer?, ¿qué vas a hacer?
-Continuar la especie.
-Disculpeme, pero esa tarea la tenemos todos por default.
-Si, pero no con el mismo grado de dificultad.
-Vaya perla.
-¡Galápago!
-¡Le tengo una propuesta!
-¡¿otra?!
-¡Si!
-Tira hilos, a ver con qué telaraña sales.
-Con una muy bonita. Mire, que tal si emprendemos un viaje juntos.
-¡Locuras!, no me interesa moverme de aqui.
-Por pensar asi es que está barado fíjese.
Anímese, le propongo que nos dirijamonos hacia la costa, y crucemos el mar
Mientras, en el camino me cuentas todo lo que sabes sobre Mar para
preparame a lo Scout y yo le cuento de la seda como acordamos. ¡¿Si?!
-Galápago se marcha desconectando cualquier posibilidad de comunicación.
Arácnida perpleja resuelve hacerse una hamaca para abrigar la noche y se
acurruca sin poder conciliar bien el sueño, aunque eso de dormir no se le da
bien desde hace un tiempo. Los ojos abiertos, dan insomnio.
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