Ser y estar
verbos
terribles de
conjugar
en esta ciudad circo
que nos presenta funciones infinitas
e interludios pomadas
para poder soportar la máscara
sin sentir el ardor
de como se nos empolla la piel
cuando los poros cierran
sus puertas y ventanas.
Es en esta ciudad circo
Que se nos ha enseñado
a que
Se sobrevive
payaso
de profesión
y lunático
por convicción
y se vive sobre
el hilo
donde las marionetas
haciendo el papel de trapecistas
le apuestan a la suerte
de cruzar al otro lado
para que en un pestañar
de ojos espectadores
regresen seguras
donde las manos dejen de vibrar
y los índices no terminen por abollarle la nariz.
Acto seguido entra la luna
llena su panza de luz
Y sin permiso
se posa en el cielo del circo.
Aquellos
Aquellas
que buscan
tocarse en versos
aprovechan
donde el silencio
es ruido
se atreven
a desafiar la mascara
a cortar los hilos
con las uñas
con los dientes
y se entretejen
entre verdades silenciadas
que hablan de amor.
Los ojos pierden el cristal
El mirar se vuelve
esa extraña que llega
y sientes que la conoces
desde antes
de que el tiempo
contara con relojes.
Por las venas se desborda
Una tinta nueva
Donde ese terrible conjugar
Ser y estar
Renace desnudo
Puro
Calido
Humano
Y sin remedio
en esta ciudad circo
desfilan
los encuentros.
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